¿Qué es un embarazo psicológico?
El embarazo psicológico, también llamado pseudociesis, embarazo fantasma o ectópico, ocurre cuando una persona siente síntomas de embarazo sin estar realmente embarazada. Las pruebas de embarazo simples pueden salir positivas, y la duración del falso estado de gestación es variable, llegando incluso hasta los 9 meses. Algunas personas experimentan dolores intensos similares al parto o a un aborto.
El embarazo psicológico se da también en hombres y animales, aunque en mucha menor medida que en mujeres. Eso sí, con casi exactamente la misma sintomatología.
Las causas exactas de la pseudociesis se desconocen, pero podrían estar relacionadas con factores de estrés psicológico. La presión social, la esterilidad, abortos previos o la cercanía a la menopausia pueden influir en la aparición de embarazos psicológicos.
El embarazo ectópico afecta principalmente a mujeres con gran deseo de ser madres o miedo al embarazo, generalmente con edades entre 20 y 40 años, pero puede ocurrir en cualquier etnia, región y clase social. Es poco común, ocurriendo en 6 de cada 22.000 embarazos. Si necesitas ayuda, puedes contactar con nuestras psicólogas especialistas.
Síntomas de un embarazo psicológico en mujeres
Los síntomas de un embarazo psicológico en mujeres pueden durar hasta nueve meses, incluso incluir dolores de parto, de aborto, pero sin un feto real.
La mente influye en el cuerpo, provocando síntomas psicosomáticos debido al anhelo de tener un bebé y la ansiedad. En un embarazo psicológico, se alteran las hormonas, disminuyendo la LH y la FSH, lo que provoca falta de ovulación y detención del ciclo menstrual. Además, se elevan la progesterona y la prolactina, causando síntomas típicos del embarazo, como somnolencia, náuseas, vómitos, ausencia del ciclo menstrual, y crecimiento de senos y barriga.
La mujer puede sentir que el feto se mueve e incluso producir leche materna, como en un embarazo real, aunque no haya un bebé.
El embarazo psicológico presenta síntomas similares a un embarazo real, como:
- Náuseas y vómitos: En un embarazo psicológico, las mujeres pueden experimentar malestar estomacal y vómitos, como si estuvieran realmente embarazadas. Estos síntomas pueden ser resultado de la influencia de la mente sobre el cuerpo.
- Crecimiento de vientre y senos: Las mujeres con embarazo psicológico pueden experimentar hinchazón abdominal y aumento del tamaño de los senos. Estos cambios físicos pueden ser consecuencia de la alteración hormonal causada por el estado emocional.
- Producción de leche: Algunas mujeres con pseudociesis pueden experimentar la producción de leche materna, a pesar de no estar embarazadas. Esto puede ser resultado del impacto emocional y las alteraciones hormonales.
- Sensación de movimiento fetal: En un embarazo psicológico, las mujeres pueden sentir movimientos similares a los de un feto en desarrollo. Esto puede deberse a la percepción alterada y el deseo intenso de estar embarazada.
- Falta de menstruación o muy escasa: La ausencia o disminución del flujo menstrual puede ocurrir en un embarazo psicológico, debido al efecto de las emociones y el estrés en el ciclo menstrual.
- Prueba de embarazo positiva: Aunque es poco común, algunas mujeres con embarazo psicológico pueden obtener resultados positivos en pruebas de embarazo. Esto puede ser causado por la liberación de hormonas debido al estado emocional de la mujer.
- Cansancio y fatiga: Las mujeres con embarazo psicológico pueden experimentar agotamiento y fatiga, similares a los de un embarazo real. Esto puede ser resultado de la tensión emocional y el impacto en el organismo.
- Antojos e incremento del hambre: En un embarazo psicológico, las mujeres pueden experimentar antojos y un aumento del apetito. Estos síntomas pueden ser causados por el deseo intenso de estar embarazada y las emociones asociadas.
- Lordosis, desviación de la columna: La lordosis, o desviación de la columna vertebral, puede ocurrir en un embarazo psicológico como resultado de la hinchazón abdominal y el aumento de peso. Esto puede causar molestias y dolor en la espalda.
- Trastornos del sueño: Las mujeres con embarazo psicológico pueden experimentar insomnio o sueño alterado debido al estrés y la ansiedad asociados con la situación.
- Problemas digestivos: El embarazo psicológico puede provocar problemas digestivos como estreñimiento, diarrea o indigestión, debido al impacto de las emociones y el estrés en el sistema digestivo.
- Contracciones: En algunos casos, las mujeres con embarazo psicológico pueden experimentar contracciones uterinas similares a las de un parto real, a pesar de no estar embarazadas. Esto puede ser resultado de la tensión emocional y la influencia de la mente sobre el cuerpo.
Embarazo psicológico en hombres
El embarazo psicológico en hombres o síndrome de Couvade existe, aunque suene raro. La ansiedad por la paternidad y la identificación con su pareja pueden provocar síntomas similares a un embarazo.
La detección del embarazo psicológico en hombres, como es de esperar, es mucho más sencillo que en las mujeres.
Test de embarazo psicológico
No existe un test de embarazo psicológico. Directamente se hacen las pruebas habituales de embarazo, como el clásico test. Aunque se esperaría un resultado negativo en un embarazo psicológico, algunas mujeres obtienen un positivo. Esto se debe al control mental sobre las hormonas del hipotálamo. El estado emocional de la paciente puede aumentar la liberación de gonadotropinas, explicando el resultado de la prueba de embarazo.
Para determinar un embarazo psicológico, aún cuando el test de embarazo es positivo, el médico evalúa los síntomas y realiza un examen pélvico, abdominal y un ultrasonido. Son las mismas pruebas de un embarazo normal.
En pseudociesis, el ultrasonido o la ecografía no muestran un bebé ni latidos. A veces, se encuentran cambios físicos similares al embarazo, como útero agrandado y cuello uterino alterado.
Cómo tratar el embarazo psicológico
Es delicado tratar o quitar el embarazo psicológico. El tratamiento comienza demostrando a la paciente que no está embarazada. Luego, se necesita apoyo psicológico para aceptar la situación y, en algunos casos, medicamentos antidepresivos.
Es crucial la comprensión del entorno y no culpar a la paciente. Se debe explicar el trastorno y la irrealidad del embarazo, así como las reacciones psicosomáticas.
Las estadísticas de embarazos psicológicos han disminuido en parte gracias a técnicas de reproducción asistida. El tratamiento dependerá de las motivaciones, origen, personalidad e intensidad de los síntomas en cada paciente.
Aunque el tratamiento principal es psicológico, a veces se requiere uno físico, ya que la paciente puede presentar toda una amalgama de síntomas físicos que se pueden también aliviar. La presencia de un profesional de psicología también es fundamental en la inducción a la menstruación, ya que puede provocar depresión en la mujer al sentir que se trata de un aborto inducido.
